El Bitcoin (BTC) ha logrado romper de nuevo la barrera psicológica de los 93.000 dólares, impulsado por una oleada de noticias favorables procedentes del ámbito institucional y un estrangulamiento de posiciones cortas (short squeeze) que ha mejorado notablemente el sentimiento inversor. Este repunte se produce justo antes de la reunión de la Reserva Federal prevista para la próxima semana, aunque tanto operadores como analistas coinciden en que el mercado mantiene una postura de cautela y expectativa, en lugar de lanzarse decididamente hacia un nuevo tramo alcista sostenido.

Dinámica de precios y liquidaciones forzosas
Según los datos de precios de The Block, el Bitcoin ha experimentado un salto aproximado del 8% desde los mínimos registrados el lunes, cotizando en sus niveles más altos de las últimas dos semanas. Esta tendencia positiva no es aislada; el Ether también ha recuperado la zona de los 3.000 dólares, alentado por el optimismo que rodea a la inminente actualización Fusaka. En conjunto, la capitalización total del mercado de criptoactivos ha ascendido hasta rondar los 3,2 billones de dólares, respaldada por ganancias generalizadas en las principales altcoins como SOL y BNB.

Timothy Misir, jefe de investigación en BRN, atribuye parte de este movimiento a las compras forzadas resultantes de la expulsión de vendedores en corto aglomerados por encima de los 93.000 dólares. Los libros de órdenes de los exchanges mostraban densos cúmulos de niveles de liquidación en torno a ese precio. Misir destaca que estos grupos de liquidación de cortos están activos y que la cobertura forzosa está amplificando el movimiento, incrementando la volatilidad a corto plazo. Además, subraya que el Bitcoin ha atraído aproximadamente 732.000 millones de dólares en nuevo capital durante este ciclo, una cifra que duplica con creces el aumento registrado en el ciclo anterior.

El respaldo de los flujos en los ETF
Los flujos hacia los fondos cotizados en bolsa (ETF) al contado han actuado como un viento de cola adicional para la criptomoneda reina. Los ETF de Bitcoin al contado en Estados Unidos registraron cerca de 58,5 millones de dólares en entradas netas el pasado 2 de diciembre, marcando así el quinto día consecutivo de flujos positivos. Por su parte, los productos vinculados a Solana han captado unos 45,8 millones de dólares en el mismo periodo, mientras que los ETF de Ethereum experimentaron una modesta salida de 9,9 millones.

Wall Street reduce las barreras de entrada
Estos movimientos de capital coinciden con un momento crucial en el que las grandes firmas tradicionales están comenzando a rebajar las barreras estructurales en torno a los activos digitales. Vanguard, tras años de dar la espalda al sector, ha tomado medidas para permitir que sus clientes operen con fondos que poseen criptomonedas como Bitcoin, XRP y Solana en su plataforma.

Paralelamente, se ha informado que Bank of America ha emitido una guía interna para sus clientes de Merrill y Private Bank recomendando una asignación en criptoactivos de entre el 1% y el 4%. El segundo banco más grande de Estados Unidos por activos totales también comenzará a ofrecer cobertura por parte de su director de inversiones (CIO) sobre cuatro ETF de Bitcoin al contado, incluido el IBIT de BlackRock, a principios del próximo año. Para Misir, estos pasos son fundamentales ya que reducen las fricciones de capital estructurales y facilitan que grandes fondos de dinero añadan o mantengan exposición al Bitcoin.

La estrategia de diversificación de la Universidad de Emory
Un ejemplo tangible de esta creciente adopción institucional es la Universidad de Emory. Tras convertirse en octubre de 2024 en la primera universidad estadounidense en revelar sus tenencias de criptomonedas, la institución ha duplicado con creces su inversión en el Grayscale Bitcoin Mini Trust este año. La universidad aumentó su participación a más de un millón de acciones, valoradas en casi 52 millones de dólares cuando se reportó la compra el 12 de noviembre. A modo de comparación, a finales de junio poseían poco menos de 500.000 acciones, valoradas entonces en 21 millones.

Asimismo, Emory incrementó ligeramente su participación en Coinbase, pasando de las 4.312 acciones del año pasado a casi 4.500, con un valor aproximado de 1,2 millones de dólares. Además de expandir sus inversiones en Bitcoin, la universidad destinó cerca de 79 millones de dólares al iShares Gold Trust de BlackRock, señalando un giro hacia activos duros (“hard assets”). Según Matthew Lyle, profesor asociado de contabilidad en la Goizueta Business School de Emory, estas nuevas inversiones responden a la esperanza de la institución de diversificar su cartera de dotación a largo plazo.

Normalización académica y regulatoria
Desde el ámbito académico, los profesores de economía Musa Ayar y Melvin Ayogu enfatizan que este incremento refleja la creciente normalización del Bitcoin como una inversión estable. Ayar comentó que no le sorprende ver a Emory expandir su inversión, señalando que aunque quizás no sea una práctica común todavía en la educación superior, las criptomonedas llevan ganando terreno desde hace cinco o diez años, y era solo cuestión de tiempo que las instituciones educativas se sumaran a esta tendencia.

Lyle también mencionó un cambio en el mercado hacia la inversión tras los recientes desarrollos en la regulación de las criptomonedas, como la adopción por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) de estándares de cotización genéricos que facilitan el lanzamiento de ETF adicionales. El profesor concluye que la creación de múltiples ETF en los últimos 16 a 24 meses ha enviado el mensaje de que la SEC acepta el Bitcoin y el Ethereum, lo que reduce significativamente la percepción del riesgo regulatorio.